Algunas anécdotas... algunas reflexiones...
...tal vez, demasiado pretensiosos.





viernes, 15 de enero de 2010

Capítulo II - Parte 4

Parte 4

Algunas reflexiones con respecto a esto,
alguna autocrítica y finalmente,
una de cal.

A casi dos semanas de comenzar a construir este espacio me siento en la necesidad de hacer una pausa y reflexionar, aunque sea un poco.
Catarsis y terapia, dije en alguna de las primeras entradas... eso sigue siendo cierto aunque por momentos no pueda, o no quiera, evitar la anécdota pelotuda. Un tipo conocido dijo alguna vez que todo tiene un filo cómico y eso, casi siempre es verdad. De ahí que me escape por esas ramas.
La disposición por capítulos es algo totalmente caprichoso y, ahora lo veo, un tanto difícil de sostener. Aunque no me plantee suspenderlo y mucho menos los títulos de las entradas, reconozco que es algo que merecería una revisión. Algún día.
Este segundo capitulo, parezca o no, termino siendo sobre el amor. Juro como que me llamo Roque Antonio que no fue planeado sino que se fue dando. Pero, aunque no haya sido planeado, no me es difícil descubrir el por que de la temática.
De un tiempo hasta hoy vengo sufriendo una situación sentimental complicada que, como creo nos pasará a todos, se suma a nuestra mochila de fracasos, frustraciones y desengaños.
Esas mochilas en general son pesadas y se van cargando con el tiempo. Por eso, después de pensarlo un rato, se me ocurre probar el plan que usó cierto lazarillo, aunque con el único fin de tomarle el vino a un ciego.
Creo que si pudiera hacer un pequeño agujero en la parte inferior de esa mochila, empezaría a caer la arena, restos de viejas rocas, historias que de tan viejas no son mas que polvo.
Espero, de todo corazón, que el hoyo sea lo suficientemente pequeño para conservar lo que aún me importa y no deseo descartar. Pero eso es lo que pienso hacer.
Por eso, esta y la siguiente son las dos últimas entradas de este capítulo.
Por ahora, una de cal. Pronto una de arena.

El amor, como el resto de las relaciones humanas, no deja de ser una relación de poder. No hace falta mucho conocimiento sobre una pareja, para darse cuenta de quien lleva las riendas. Tan bien educamos estamos que, ni siquiera ahí, podemos escapar a las jerarquías que nos impusieron.
Perdemos el horizonte del compañerismo y terminamos siendo, padres, madres, hijos, hijas, perros o hasta plantas de alguien.
También miles de años de educación católica nos obligan a ser monogámicos, a buscar el amor de nuestras vidas que, arbitrariamente, es uno solo. Buscamos contra reloj algo, que alguien nos dijo, es lo mas importante del mundo. Gente grande jugando un juego de las sillas macabro, esperando que salga la bolilla esperada para cantar bingo.
La vida es una sola y hay que vivirla con alguien, aunque ese acuerdo, explicito o tácito que es la monogamia, obligue a tantos a vivir en el engaño. Aunque parezca inaceptable, la ley y la trampa conviven de la mano.
No podemos, ninguno de nosotros amar realmente, porque ante todo, no nos conocemos. Algunos creemos que somos lo que pensamos que somos; otros creemos que somos lo que queremos ser, ese Superman o Don Johnson que vimos por canal 9; y otros vivimos y actuamos según la visión de los demás. Y, si tenemos la suerte de conocernos, no nos aceptamos. Puede ser que seamos la triangulación de esas tres visiones. Yo, la verdad, no lo se.

Mundo de hipócritas, que no sentimos la vida, viviendo una farsa que sabemos a ciencia cierta que lo es.

Pero no todo es malo, así como va una de cal, va una de arena.

Una mas y termina este recorrido.

Nos vemos



3 comentarios:

Cristian dijo...

NOs desconocemos, es verdad, nos perdemos entre los patrones impuestos por el mercado que los usa para vendernos lo que tenemos que ser mercado que sirve para nutrir de dinero a otras personas, dinero que utilizan para que? para ocultarse de ellos mismo, porque ellos tambien son victimas del mercado, es una competencia instalada en nuestras mentes y contra quien competimos? contra todos, contra todo, hasta contra nosotros mismos, porque estamos encerrados en esta capsula mental que nos dice que no valemos nada, que nadie merece nuestro amor porque nadie nos ama, no tenemos amor en nosotros para nosotros mucho menos para dar. Asi andamos rapiñando un poco de felicidad intentandonos olvidar por lo menos un ratito de la pesada mochila que cargamos, y todos vacios caemos de nuevo en la misma inconciencia.

"Mañana va a ser un gran dia, nos vamos a mirar las caras entre todos"


Muchas gracias por escribir tan lindas palabras, espero la de arena ahora! :D

Anónimo dijo...

conocernos, amarnos y aceptarnos es un duro trabajo, pero no es imposible, los demás aceptarán lo que nosotros primero aceptemos salvo que nos violen en las distintas formas que podemos ser violados, ese es otro tema
me gusto lo de la mochila pero otra opción es viajar sin mochila, solo con un bolso liviano para poder apurar el paso si fuera necesario

Anónimo dijo...

El amor es una falacia

Saludos